Minstrelsy of the Scottish Border. Sir Walter Scott:
surge la canción,
y suave y lenta
que le parecía estar escuchando los suspiros de ella.
La forma nacarada de esa sirena
era más blanca que el sedoso rocío
y sobre su pecho brillan sus rubios tirabuzones.
Nacida en la espuma de una ola,
alcanzó la predestinada proa,
abrazó fuerte al bravo cacique
y saltó con él en busca de las profundidades.
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